La tensión y angustia en la que ha vivido y vive la mayoría de la población mundial, leyendo y oyendo las cifras de contagiados y fallecidos en tiempo real a través de los medios de comunicación, nos ha hecho parecer como en un espejismo que llegábamos a una cima. La crisis sanitaria, y sus consecuencias económicas y sociales, están causando el mismo agotamiento y sufrimiento que si a una alta montaña hubiéramos subido. Quizá por ello hemos aceptado la palabra ‘desescalar’, para rebajar la pirámide de ansiedad y reencontrar espacios para volver a vivir, con algunas certezas dentro de la incertidumbre.
La remontada de trabajo político va a exigir mucha más humildad, capacidad de negociación y de pacto, dejar la soberbia y el orgullo debajo de las sillas, y continuar haciendo prácticas de gobierno compartido. Si la ciudadanía está reaprendiendo a convivir, los políticos deberían también remontar sobre sus propios egos.
Después, hay que evitar los errores de la Gran Recesión, en parte haciendo ahora el gasto que hay que hacer para asegurar a las empresas, a los autónomos y a los trabajadores, y luego haciendo una recuperación económica inteligente basada en el gasto público con el fin de que la crisis no sea tan dura como la vez anterior.
No es necesario que nos recuerden día a día lo que va a suponer, la crisis económica provocada por la pandemia. La recesión en 2020 es inevitable. Con una elevada probabilidad, el PIB en España disminuirá entre el 10% y el 6% en 2020. Y el rebote en 2021 será insuficiente para recuperar todo lo perdido durante la crisis.
Después de todo, el Covid-19, dado que no podemos reunirnos, ha obligado a la industria de los eventos a usar la tecnología como aliado, se han creado nuevos formatos de eventos: los llamados eventos digitales (híbrido, virtual, webinars, transmisión web y todas sus variaciones). han surgido para dar continuidad al negocio. “Valoraremos más que nunca lo digital, pero también buscaremos de manera selectiva lo físico y presencial, porque las videoconferencias nos están recordando el valor de la mirada y el contacto humano”.
Con finalización del estado de alarma y pleno proceso de desescalada, los eventos están a punto de volver, pero en un terreno de juego muy reducido. Si pensamos en los eventos que podremos ver en verano y septiembre, serán sin duda eventos pequeños, y cuando sea posible, al aire libre. La limitación actual de movilidad entre países o la limitación en el número máximo de asistentes, harán que el sector se concentre en espacios más reducidos y el formato de los eventos combine experiencias híbridas entre lo físico y lo digital. Por varias razones, la primera, por la propia inercia de la desescalada y los protocolos de seguridad que reducen el aforo permitido debido a la distancia de seguridad entre las personas, el aumento muy progresivo que se permite en cuanto a número de asistentes, y por la propia precaución de los organizadores de eventos.
Crear una agenda para reactivar la industria de los eventos , post Coronavirus, es el objetivo principal de todas las empresas que forman parte de este sector .es muy importante para su reactivación poder definir y unificar criterios con las autoridades sanitarias para definir protocolos y medidas que salvaguarden la salud de los diferentes asistentes a los eventos masivos que se autoricen a partir de septiembre. Una seguridad sanitaria tiene que ir acompañada de una seguridad económica.
La industria de los eventos podría ser clave para reactivar el turismo en España tras el confinamiento, para ello este sector está preparando una serie de protocolos con medidas de seguridad con el objetivo de reanudar su actividad cuento antes y ayudar a reactivar la economía del país, La industria de reuniones, incentivos, conferencias/convenciones y exhibiciones/eventos (Mice) reúne desde eventos corporativos para las marcas convenciones, inauguraciones, juntas generales de accionistas, seminarios, reuniones profesionales congresos, ferias internacionales y nacionales, o viajes de incentivo.
Los eventos tienen su temporada alta fuera del periodo de verano. Sus meses clave son marzo, abril, mayo, junio, septiembre y octubre. Por lo que ayudan a desestacionalizar el turismo y repartirlo durante prácticamente todo el año.
La clave de la supervivencia del ser humano es la adaptación. Ya lo hemos hecho con el teletrabajo, al cual nos hemos habituado en tiempo récord dada su repentina y forzosa implantación sanitarias. en las organizaciones.
La adaptación al nuevo escenario será fundamental para la reactivación de la economía, así como La anticipación que será fundamental para replanificar fechas de celebración, intentar mantener contratos, no solapar con otros eventos similares y poder mantener los mismos estándares de calidad que antes