España ha recogido el testigo de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea de manos de Suecia, el pasado mes de julio , lo que permite al Gobierno influir en la agenda y las prioridades políticas de los Veintisiete durante los próximos seis meses.
El 1 de julio España asumió por turno la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea. La última vez que la ocupó fue en 2010 y la próxima será como mínimo en 2037. Una posición que no consiste en dirigirla, sino en coordinar trabajos legislativos y tener cierta preeminencia en política exterior. Esta es la crónica de este mandato, que se convirtió en una especie de montaña rusa a causa de las elecciones anticipadas y el largo camino a la investidura.
Nuestro país asume este liderazgo cuando la guerra en Ucrania se acerca al año y medio y, aunque el Gobierno español ya ha anunciado sus principales cuatro prioridades -entre ellas la reindustrialización, la transición ecológica y la justicia social- los expertos coinciden en que mantener la unidad que ha definido a los Veintisiete desde que comenzó el conflicto debe ser su principal objetivo.
A esto se le ha añadido, el conflicto en oriente medio, con la guerra de Israel en Gaza, por tanto, no está siendo fácil, La guerra entre Israel y Hamás tiene un impacto significativo en el orden internacional que va más allá de Israel y Palestina. Arabia Saudí, Irán, Estados Unidos o China son algunos de los actores externos que se verán afectados por los acontecimientos en Gaza.
Entre estos actores afectados también está la Unión Europea que, de nuevo, se ha visto arrastrada por la realidad internacional a una situación que no desea, no ha previsto y no tiene los medios para contrarrestar.
La inestabilidad en Oriente Medio es algo que desde Europa pretenden evitar a toda costa y la posibilidad de escalada del conflicto preocupa y mucho en Bruselas. De escalar el conflicto preocupa especialmente un posible nuevo influjo de refugiados hacia Europa que la UE ni espera ni quiere acoger.
Otra consecuencia inesperada para la UE tiene que ver con el IMEC. El IMEC es un proyecto de corredor entre la Unión Europea y la India, a través de Oriente Medio, que transportará energía y mercancías reduciendo significativamente los tiempos (y por tanto los costes) respecto a las actuales rutas.
La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea ha establecido cuatro prioridades:
- Reindustrializar la Unión Europea y garantizar su autonomía estratégica abierta,
- Avanzar en la transición ecológicas y la adaptación medioambiental
- Impulsar una mayor justicia social y económica
- Reforzar la unidad europea.
Prioridades y acuerdos alcanzados
José Manuel Albares ha asegurado hace muy poco en rueda de prensa que el Gobierno está encarando el semestre con «ambición y responsabilidad» y quiere dar el mayor impulso posible a todos los expedientes legislativos clave de cara a las elecciones europeas del próximo año. «Y con ese espíritu, hemos cerrado ya muchos acuerdos vitales que se enmarcan dentro de nuestras cuatro prioridades: reindustrializar Europa, avanzar en la transición ecológica, impulsar la justicia social y económica y reforzar la Unión Europea», ha indicado.
Entre otros, Albares ha citado el Acuerdo de Libre Comercio con Nueva Zelanda, los avances en la Directiva para el empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica, la Ley de Datos y el desbloqueo del Pacto de Inmigración y Asilo.
Y, en el ámbito institucional, el acuerdo para el reparto de escaños en el Parlamento Europeo a partir de las próximas elecciones, «donde España va a contar con dos nuevos escaños que nos permitirán hacer oír mejor nuestra voz en Europa».
El ministro ha subrayado, igualmente, que la Presidencia española «ha ido más lejos que nunca y que nadie en la defensa de nuestras lenguas cooficiales», que es «otra forma de acercar Europa a los ciudadanos».
Además, ha explicado que se está avanzando con los estados para que sea realidad «lo antes posible» la propuesta de reforma del Reglamento sobre el régimen lingüístico de la UE que Albares presentó en septiembre para que catalán, gallego y euskera sean incluidos en ese régimen multilingüe.
En lo que queda de Presidencia española, se celebrarán otras dos reuniones del Consejo Europeo y tres cumbres internacionales: con Estados Unidos, Canadá y los Balcanes Occidentales. También están organizados seis consejos sectoriales y tres reuniones ministeriales: con Balcanes Occidentales, la Unión Africana y, en Barcelona, la de Vecindad Sur y Unión por el Mediterráneo, que, a la luz de los acontecimientos en Oriente Medio, cobra una relevancia y una importancia todavía mayor de la que España le concedía.
Entre los ejes del resto del semestre, la actividad española se centrará en el diálogo con el Parlamento Europeo y la Comisión Europea y la apertura de negociaciones con los países candidatos a la adhesión. La decisión política sobre este asunto se tomará en el Consejo Europeo de diciembre.
Otros aspectos clave serán la revisión del marco financiero plurianual, las normas comunes sobre los mercados de gas e hidrógeno, la Ley de Inteligencia Artificial, la Directiva sobre las condiciones laborales de los trabajadores de plataformas y la Ley de Materias Primas Críticas.
Por tanto, aún queda trabajo por hacer a falta de un mes para que finalice la presidencia de nuestro país, será entonces cuando podamos hacer una valoración más seria y medir la influencia de nuestro país en el marco europeo.