SEGUIMOS AVANZANDO

Comenzamos el periodo estival, con algunos cambios importantes en ese camino lento hacia la vida que todos teníamos anterior a la pandemia, pero es cierto también que la prudencia y la responsabilidad deben marcar este proceso.

Comenzamos con el adiós al uso de las mascarillas en espacios exteriores.

Desde el pasado 26 de junio, entro en vigor la eliminación del uso obligatorio de mascarillas en espacios exteriores, siempre que se mantenga la distancia social de un metro y medio como mínimo. España se ha  sumado  así a Francia, Reino Unido, Polonia, Israel, los Estados Unidos, Australia y Hungría, primeros países que ya han relajado esta impopular medida de contención del contagio la COVID-19 en cualquier lugar del mundo y especialmente en los de esparcimiento, siendo un accesorio imperativo en aviones, aeropuertos, hoteles, salas de conferencia, restaurantes, terrazas y cafeterías y, en momentos de rebrotes, hasta en las playas.

Es cierto que ya ha llegado el momento de una cierta relajación, pero también advierten los expertos de que esta flexibilización puede salir mal si la ciudadanía no se conciencia de que habrá muchas situaciones en las cuales las mascarillas seguirán siendo necesarias A grandes rasgos, existen tres medidas no farmacológicas para prevenir la Covid: la barrera (la mascarilla), la ventilación y la distancia.  Al menos, hasta que lleguemos a un punto de incidencia y vacunación que nos permita ser todavía más flexibles esto llegar cuando los datos nos marquen menos de 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días.

La crisis sanitaria que estamos sufriendo, ha acarreado sin duda una crisis económica, por ello nos parecía importante señalar la reciente aprobación por parte de la Comisión Europea del  Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia de España. En concreto, España recibirá 9.500 millones de euros en subvenciones durante el periodo 2021-2026 de los fondos europeos.

La evaluación positiva de Bruselas abre un plazo de cuatro semanas para que el plan español reciba también el visto bueno del resto de Estados miembros. La primera ocasión para que esto suceda será la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), prevista para el 13 de julio.

Según ha comunicado Bruselas, el plan responde «de forma integral y adecuadamente equilibrada» a lo que Europa demandaba para poder acceder a los fondos. Asimismo, valora que las inversiones y reformas propuestas por España contribuirán a abordar eficazmente los retos estructurales del país y a fortalecer el crecimiento potencial y la creación de empleo, además de apoyar «las transiciones verde y digital».

La Comisión considera que el sistema de gestión y gobernanza de los fondos planteado por España es adecuado para proteger los intereses económicos de la Unión Europea (UE) y que el plan proporciona suficientes detalles sobre cómo las autoridades nacionales «prevendrán, detectarán y corregirán los casos de conflictos de intereses, corrupción y fraude relacionados con el uso de fondos».

La aprobación del plan por parte del Consejo permitirá el desembolso del anticipo de 9.000 millones, que España cuenta con recibir a mediados de julio y que suponen el 13% de la cantidad total asignada para el país. La Comisión autorizará nuevos desembolsos en función del cumplimiento satisfactorio de los hitos y objetivos marcados para la implementación de las inversiones y reformas.

Entre las reformas planteadas por España que Bruselas ha destacado figuran la reducción de la segmentación del mercado laboral entre trabajadores temporales y fijos, las mejoras en el ámbito de la educación o el apoyo y mejorar la política del mercado laboral.

Además, el Ejecutivo comunitario cree que a finales de año podrá aprobar otro desembolso de 10.000 millones de euros, lo que elevaría las ayudas recibidas por España antes de que acabe el año a 19.000 millones. Sin embargo, a diferencia del anticipo, el desembolso que se espera para finales de año sí que depende del cumplimiento de una serie de hitos y objetivos pactados por el Ejecutivo español con Bruselas.

Así será el calendario de desembolsos para España

En total, el desembolso de los 69.500 millones de euros en transferencias no reembolsables para España depende de 416 hitos y objetivos que España tendrá que ir resolviendo en los próximos años y cada seis meses para desbloquear nuevos tramos. Para desbloquear cada pago España tendrá que cumplir con todas las metas pactadas, aunque existe la posibilidad de obtener un pago parcial si falta alguno de los objetivos.

El mayor desembolso está previsto para junio de 2022 y alcanzará los 12.000 millones de euros. En este caso, muchos de las metas que tendrá que cumplir el Gobierno están relacionados con reformas del mercado laboral.

El calendario de desembolsos que estima el Ejecutivo comunitario incluye un nuevo pago de 6.000 millones a finales de 2022, otro de 10.000 millones a mitad de 2023, otros 7.000 millones en diciembre de ese año, 8.000 millones a mitad de 2024, unos 3.000 millones un año después y 4.000 millones en junio de 2025.

En total, a España le corresponden unos 140.000 millones de euros del fondo de recuperación de 800.000 millones con el que la UE quiere sacar a las economías europeas de la crisis provocada por la pandemia y al mismo tiempo acelerar las transiciones verde y digital.

Sin duda, esta noticia es un paso adelante, pero habrá que estar muy atentos para analizar si las ayudas llegan a todos los sectores económicos dañados por la crisis y sobre todo a las pequeñas y medianas empresas.