Artículo e imágenes cortesía de CARPA 10 con el objetivo de determinar los factores a considerar en los cuidados de instalación uso de carpas y estructuras temporales.
Se trata de proteger a los usuarios mediante datos técnicos documentados en los estándares de la industria que todas las empresas del sector deberían seguir.
Los clientes son libres de elegir el proveedor que quiere contratar, pero me gustaría fomentar en ellos un nivel de exigencia a sus proveedores para que estos cumplan con las normas básicas de seguridad.
El alquilador de carpas es responsable del montaje y desmontaje de la estructura temporal, así como de los accesorios y equipamiento que incorpora, su estado, su conservación, su calidad, sus garantías, sus resistencias a viento y nieve, la fiabilidad del fabricante.
El cliente es solo responsable de los cuidados en el uso de las carpas.
Hay que incidir en que la mayoría de los de los fallos de las estructuras temporales en caso de alguna eventualidad son debidos a un incorrecto y/o insuficiente anclaje.
Defender teorías tales como, que una tarima sirve como contrapeso a una carpa no anclada es una temeridad e improbable que pueda reducir los requerimientos de anclaje en más de un 10%.
En primer lugar, la tarima como complemento del anclaje, debe formar parte de la estructura de la carpa.
Una tarima integral (que sus piezas estén unidas unas con otras) contribuirá a ejercer más peso; pero hay que insistir en que no será suficiente.
Hay que saber que hay un riesgo potencial si existe un fallo de anclaje para la estabilidad de la carpa o si la carpa no cumple las normas técnicas. Existe un riesgo de que exista un levantamiento de la misma por insuficiente anclaje o peso.
Debemos desestimar soluciones que confíen en la suerte del carácter efímero de un evento y en unas condiciones climáticas favorables. Hay que ponerse en lo peor. Cuando no es posible taladrar sobre el terreno para anclar debidamente la carpa al suelo, debemos compensar la fuerza de arranque de la estructura con contrapesos o lastres cuyo peso sea el requerido para cada tipo de estructura según los cálculos técnicos contrastados del fabricante.
Como ejemplo, una carpa de 20 metros de ancho, para que tenga una resistencia a un viento de 100km/h, debe tener un peso por pilar de entre 1.500kg (pilares libres) y 2000 kg. (pilares con cables de arriostramiento) aproximadamente. Hay que poner mucha atención porque el peso requerido en estos casos es con frecuencia subestimado por algunas empresas.